Slave to Love

Por el Ángel Eléctrico en ecos hipertextuales, recordé algunas andanzas de la adolescencia.

Mi amigo D de puso de novio con S unos años más chica que él. La corta edad de ambos era algo que a sus padres preocupaba bastante, principalmente a los de ella. Para ellos era algo inadmisible, pero la pasión adolescente era más grande y de ser chicos obedientes, se transformaron en rebeldes por el amor que se tenían. Había altas prohibiciones para ella de verlo. Y la historia se fue transformando en algo mejor que el culebrón de la tarde. Nosotros sus amigos respaldamos esta historia con varias travesuras, para que ellos lograran el cometido de verse. La historia se iba enredando a medida que ella quiso dejar de estudiar, y a las prohibiciones se sumaron amenazas de los vecinitos de la chica que tenían algún interés en ella, llegamos a la travesura máxima de entrar en patota al Barrio de ella con el fin de que nada le ocurriera a nuestro amigo.

En tiempos dónde no había celulares ni siquiera teléfonos, la comunicación se daba solo por cartas. Donde también intervenían amigas de ella, junto a nosotros para que las mismas llegaran a destino. El escándalo de este amor llegó a oídos de las autoridades de los colegios dónde ambos asistían. Todo era un caos para ellos y con tanta presión alrededor, sufrían constantes desencuentros y crisis.
Obviamente ella era custodiada por el padre y nada se le filtraba, así que si salía, nos era imposible determinar a qué lugar, Mendoza ya no es pueblo.
En tiempos de hiperinflación (Alfonsín) la única salida era hacer un bailecito en una casa o ir en búsqueda de algún quince donde nos dejaran entrar. Los boliches no eran para adolescentes.
Llegaba el sábado (día de diversión), el único día que se podía salir a bailar. Y la alegría no llegaba porque la camaradería era total y si uno de nosotros estaba mal, lo estábamos todos. Nuestro amigo en esos momentos era el actor protagónico de una tragedia griega.

Y aquí está este fenómeno paranormal, si se quiere lo extraodinario: él nos decía:- S está en tal lado-, al principio era tomado a la jarana, porque movernos sin auto y sin plata era ir y quedarse en el lugar... la cuestión es que allí la encontraba, por supuesto sin su padre. Esto nos paso varias veces...yo recuerdo por lo menos cinco.
Al terminar esas jornadas de caminatas agotadoras me recostaba pensando en ese amor, en esa locura y en ese contacto que iba mas allá de lo material si se quiere.
No llegó a buen puerto la relación, al fin con tanta presión y tanto rencor alrededor se les hizo imposible seguir.
Por lo que sé, para ella le es imposible establecerse en una relación firme y a él también.
Yo tengo amigos a quienes nunca más vi, algunos del secundario, de la colimba, del barrio, de la facultad y no los encontré mas.
Lo loco es que ellos en los lugares más insólitos se siguen encontrando...

Les dejo esta canción que me hace acordar a ellos, un abrazo.