domingo, 9 de diciembre de 2007

Paraíso


En el fondo de casa había un árbol, por cuyas ramas uno se podía trepar. Hermoso. Inmenso. Llegando la primavera, sus flores y su aroma presagiaban tiempos de juegos interminables hasta la noche. El nos regalaba municiones que alimentaban las batallas eternas con los de la otra cuadra. En los veranos sobre las ramas mas gruesas nos acostábamos a mirar las nubes que pasaban encontrándoles miles de formas. Nos guarecía en los inclementes veranos, principalmente en las siestas sagradas, de las cuales todos éramos fugitivos.

Mis lágrimas y reclamos no eran viables. El arból se fué para dar lugar al departamento de un hermano apresurado. Con sus restos se ingeniaron algunos bancos y una mesa para tomar mate.

Algunos años más tarde por juego del destino nos pusimos de novios bajo un reparo igual, y a la hora de poner uno en el frente de casa no había opción en la elección. Con ancestral memoria hoy nuestros hijos juegan en su sombra.

Les dejo un tema de U2, del Album "The Joshua Three" (El árbol de Joshua) sólo porque en mi cabeza, todo tiene que ver con todo.

7 comentarios:

Luigi dijo...

Hablando de lágrimas... de River ni hablar no?


:)

Ángel eléctrico dijo...

¿Qué otra cosa es un árbol mas que libertad?:

Una mesa y un par de sillas (en potencia)...

Sí todo tiene que ver con todo, incluso la tristeza de River.

Excelente post, y excelente el álbum aludido.

Salud

Chechu dijo...

U2 es el mejr grupo de música del mundo seguramente. Aunque Linkin Park le está al acecho en mi opinión. ¿Eres de River? Es mi equipo favorito de argentina. ALog tendremos en común Juan DOmingo... jaja.

John Sunday dijo...

Luigi: era un post de nostalgias, no de tristezas.

Angel: y si viste...todo tiene que ver con todo, y con U2, gracias por pasar.

Chechu: que alegría verte por acá...y si soy de River, y ya vas a ver que va haber muchas cosas más en común...excepto Alonso. Gracias por tu visita.

Un abrazo a todos.

Anónimo dijo...

Hablando de arboles me traer a la memoria las ramas de aquel que nos acompaño en nuestro colegio, alli donde pasabamos las sincolas, las siestas y otras cosas de adolescentes, se acuerda john, en aquellos tiempos podiamos trepar... Ahora los años han pasado.

John Sunday dijo...

Cómo me olvidar amigo...la verdad que la locura de perder tiempo arriba de los árboles se hizo costumbre...y si ahora yo no puedo trepar nada, jejejejejeje

La condesa sangrienta dijo...

Este post me ha hecho recordar aquellas tórridas siestas mendocinas de las que supe ser fugitiva también, y me ha hecho pensar que, cuando uno lo desea muy fuerte, puede tener el paraíso en casa aunque se mude de lugar.
Lindo post y linda música pa'compañar!